Reducir el desperdicio alimentario

Buena parte de la solución frente el desperdicio alimentario está en origen, si se valorara más el sabor y calidad en frutas y hortalizas, aceptando como calidad toda la parte de la cosecha que actualmente no se comercializa sólo por ser "fruta fea" o "verdura fea". El aprovechamiento de este gran volumen de alimentos supone más ingresos para los agricultores, más calidad para el consumidor y un menor coste ecológico en concepto de emisiones y gasto de recursos de producción.

El hambre sigue siendo uno de los desafíos más urgentes del desarrollo, pero el mundo produce alimentos más que suficientes. Recuperar tan sólo la mitad de lo que se pierde o desperdicia podría bastar para alimentar al planeta. La iniciativa Save Food, dirigida por la FAO, colabora con organismos internacionales, el sector privado y la sociedad civil para permitir que los sistemas alimentarios reduzcan la pérdida y el desperdicio de alimentos, tanto en los países en desarrollo como en el mundo industrializado.

Según cifras de la Comisión Europea, cada año se tiran en Europa 100 millones de toneladas de alimentos, y esta cifra podría ser de 120 millones en 2020. Se calcula que los recursos alimentarios que se pierden o de derrochan podrían ser suficientes para alimentar dos veces a todas las personas que sufren hambre en el mundo. El desperdicio alimentario es, además, el tercer emisor de carbono en el conjunto de países de la UE.

El CREDA (Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario del IRTA i de la UPC) es uno de los socios del proyecto REFRESH (Resource Efficient Food and dRink for the Entire Supply cHain), financiado por la Unión Europea dentro del programa Horizon 2020. Su objetivo es producir un conocimiento científico amplio que permita analizar las claves del desperdicio alimentario en todas las etapas de la cadena de valor y diseñar estrategias prácticas de reducción para el futuro. REFRESH trabaja para contribuir a la reducción del desperdicio alimentario en toda la UE en un 30% en el año 2025, reducir los costes de gestión de residuos, y maximizar el valor del desperdicio alimentario inevitable y del material de embalaje.

El proyecto piloto que se está desarrollando en España incluye una variedad importante de organizaciones del sector, administración y asociaciones:

  • Mercabarna
  • Espigoladors
  • Banc d’Aliments
  • ARC (Agència de Residus de Catalunya)
  • AMB (Àrea Metropolitana de Barcelona)
  • PAA (Plataforma Aprofitem els Aliments)
  • ADICAE (Asociación de Usuarios de Bancos Cajas y Seguros)
  • FIAB (Federación Española de Industrias de la Alimentación)
  • ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados)
  • FCAC (Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya)
  • AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores)
  • HISPACOOP (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios)

El proyecto, que empezó hace un año, aborda la problemática del desperdicio alimentario desde una perspectiva interdisciplinar (política, economía, comportamiento de los consumidores, medio ambiente, comunicación, etc.) y tiene el 2019 como fecha final en la que se publicarán los resultados definitivos. REFRESH reúne 26 centros de investigación y consultorías de 12 países europeo y la China

Desde AGROBOCA entendemos que una buena parte de solución frente el desperdicio alimentario está en origen, si se valorara más el sabor y calidad en frutas y hortalizas, aceptando como calidad toda la parte de la cosecha que actualmente no se comercializa sólo por ser "fruta fea" o "verdura fea". El aprovechamiento de este gran volumen de alimentos supone más ingresos para los agricultores, más calidad para el consumidor y un menor coste ecológico en concepto de emisiones y gasto de recursos de producción.

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